Según la Organización Mundial del Turismo, (OMT), durante estos últimos años, África ha sido la región del mundo en la que más ha aumentado el número de turistas respecto a años anteriores. Concretamente, el África Subsahariana experimentó un crecimiento del 8% en 2010, con la llegada de 31 millones de turistas de todo el mundo. Además, si añadimos los 19 millones del norte de África (+6%), concluiremos que, en conjunto, el continente creció en un 7% en 2010, con un total de 50 millones de turistas.
Se puede observar, por tanto, que África representa un país un enorme potencial para situar al turismo como un instrumento útil de mejora socioeconómica, ahora bien, siempre y cuando se realice mediante cauces sostenibles, evitando el deterioro natural de los destinos y propiciando un intercambio cultural y social entre los turistas y las poblaciones autóctonas. Por ello, se ha de apostar por el ecoturismo, con el objetivo de diversificar y desarrollar nuevas áreas del país incluyendo atracciones culturales, históricas y arqueológicas.
En este sentido, se crea en 1995, en África del Oeste, la Ruta de los Esclavos, una atracción para promover el turismo cultural. Igualmente, se han llevado a cabo iniciativas aprovechando el contacto con la naturaleza que se disfruta en las áreas rurales del país, decidieron atraer a visitantes con intereses ecológicos. Una de estas iniciativas es COSMAR, que además nace a través del trabajo conjunto de los sectores público y privado para la promoción del turismo en varios países africanos; concretamente en Senegal, Nigeria, Ghana, Mozambique, Seychelles y Tanzania.
Para apoyar a África en este proceso, las Naciones Unidas han intervenido en colaboración con algunos países africanos y la propia OMT, con el objetivo de fomentar los proyectos de promoción del turismo sostenible. Una de estas iniciativas ha sido “Turismo Sostenible-Eliminación de la Pobreza”, que promueve el alivio de la pobreza a través del apoyo de proyectos de desarrollo sostenible. La iniciativa se centra en intensificar la labor que desde hace tiempo desarrolla la OMT para promover el turismo sostenible –desde el punto de vista social, económico y medioambiental- con actividades que contribuyen específicamente a atenuar la pobreza, promueven el desarrollo y crean empleos para las personas que más lo necesitan.
El objetivo es, por tanto, concebir el turismo como un instrumento de cambio y así se intenta igualmente desde la Unión Africana y el Nuevo Partenariado para el Desarrollo de África (NEPAD), que establecen un lazo de unión entre turismo sostenible y eliminación de la pobreza.
En este marco se tienen en cuenta las consecuencias negativas que el turismo podría suponer en el desarrollo sostenible del continente. En este sentido, la degradación del medio ambiente ha sido asociada al desarrollo masivo del turismo. Igualmente, la falta de agua puede ser un problema más a corto que largo plazo. El África subsahariana es y será, especialmente, vulnerable en este sentido.
En todo caso, un continente como África tiene un amplio margen de desarrollo y el turismo sostenible ha de contribuir al despegue económico y social del continente africano.
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