KHAO SAN Y NUESTRO PRIMER CONTACTO CON LA REALIDAD TURÍSTICA. Consuelo I

Hace unos días pusimos en nuestro blog la primera entrada de Vanessa, una de nuestras chicas T&D de viaje por el Sudeste Asíatico. Ahora os dejamos con otra de nuestras compañeras, Consuelo, que nos muestra su forma de ver el viaje.

Las primeras impresiones de no fueron las mejores. Todos sabemos de los impactos del turismo, al menos aquellos que estamos acostumbrados a viajar un poco, pero, así?  Palpar lo que ha cambiado un área concreta para desarrollarse  o evolucionar fue más que sencillo recién caídas del cielo de Tailandia.

Eran las 8 de la noche cuando llegábamos a Khao San, la calle con más bares y hoteles por metro cuadrado, me atrevería a decir en toda Tailandia. Casi dos horas buscando hotel, y no porque no haya donde elegir, sino porque todos estaban completos. Después de cinco intentonas a la sexta fue la vencida. No antes sin pasar por varias caras largas y gente que ni siquiera te mira a los ojos. Finalmente encontramos nuestro no-lugar, Marco Polo se llama el hotel que menos recomendamos en esta calle, barato, unos 5 euros por dormir en un sitios donde el sonido de los buffles de la discoteca 999 West se escuchaba como que me estuviera tomando unas copazas con todos los extranjeros borrachos que ocupaban el bar de abajo.

Después de casi 6 horas sin dormir, con tapones, antifaz y almohada en la cabeza de por medio nos levantamos para descubrir una calle llena de turistas desayunando por 3 euros… lo que al modo de ver de los negociantes de esta calle es un desayuno más que asequible para extranjeros…. Mientras, nosotras pensábamos en la tostas de tomate con zumito del bar de abajo en Madrid… supongo que todo depende de la perspectiva.

Conseguir que un taxista ponga el taxímetro fue nuestra siguiente misión en la mañana del 12 de agosto… y descubrir que el tuc tuc solo lo cogen extranjeros nos sirvió para reafirmar que no es posible que 5€ sea el “precio democrático” que dirían mis amigos los marroquís. Otra cosa es llegar donde quieres llegar, misión imposible también…. Los lugares turísticos están relativamente controlados por los taxistas, acudir a una reunión fuera del centro, incluso con la dirección escrita en thai se puede convertir en una meta que, en nuestro caso no pudimos alcanzar.

Y digo yo, si viajas a Tailandia, que quieres conocer Tahilandeses o gringos? Porque si el objetivo es conocer gringos, este es el lugar… Eso sí, unos jugos de frutas envidiables en cualquier otro sitio.

Este es solo un ejemplo gráfico de cómo el turismo y el comportamiento de los turistas pude conseguir cambios importantes en la cultura y el comportamiento local, por supuesto los Thailandes no son así de agrios, ni mal educados, basta con salir de este contexto para encontrar personas tranquilas y encantadas de ayudar al turista, incluso prestando sus teléfonos móviles, o salvado nuestras vidas ayudándonos a pasar una de esas autovías que discurren dentro de las ciudades.

Y continuando el posicionamiento en pro de los Thai, diré que no es una característica inherente a ellos este cambio, ¿qué me decís del señor birmano que conducía el carro de burro en el que íbamos hoy en un pequeño pueblo en los alrededores de Mandalay? Se mostro con nosotras educado y servicial, hasta que media hora más tarde, cuando se cruzó con uno de sus compañeros se dio cuenta que el estaba ganando 3 euros menos por el recorrido.  A mí, nacida en un pueblo dónde ya no hay burros, ni casi caballos….me apeteció retomar esta costumbre, y cobrar entre 5 y 9 euros a cada turista que llegue por un paseo de hora y media, seguro me iría mejor….

Y ni siquiera es comparable, solo como dato, un birmano medio gana menos de 10 euros al día. Claro está este salario no tiene nada que ver con los circuitos turísticos. Por el contrario, la isla de Inwa es altamente recomendable y un lugar fascinante donde ver plantaciones de arroz y decenas de pagodas.

Si algo no me gustaría, es desanimaros a hacer un viaje  cuyos puntos positivos ganan por goleada a estas pequeñas desventajas. Solo me gustaría que valoremos el tipo de turismo masificado que estamos promoviendo, y que veamos como simplemente con nuestra presencia somos capaces a cambiar la cultura y forma de hacer de la población local.

Mi próxima entrada será mucho más alentadora

Con_amor