En los últimos meses emprendimiento se ha convertido en una palabra común, escuchada en todos los medios de comunicación y posicionada como la estrategia a seguir para salir de una situación económica y de empleo crítica en nuestro país, pero ¿puede el emprendimiento hacernos salir de esta situación? ¿ es la solución definitiva a todos nuestros problemas? ¿Se están desarrollando las políticas adecuadas para promoverlo? ¿El entorno cultural nos anima a emprender? Estas son algunas de las reflexiones en las que me gustaría detenerme.
Definitivamente sí! La temida "crisis" está sirviendo para algo, y entre otras cosas está enseñando a la población a ser más crítica y salir de la burbuja de comodidad en la que nos entrabamos, para bien o para mal. Y en ese marco donde las perspectivas para muchos de nosotros son quedarnos sin empleo en los próximos meses y encontrar dificultades para incorporarnos de nuevo al mercado laboral, el emprendimiento parece una alternativa que la sociedad Española ya esta testando, los datos son esperanzadores, en 2011, el número de emprendedores creció un 35%.
Es mucho lo que queda por hacer, si bien parece que todos los colectivos sociales están de acuerdo en el poder de emprendimiento como pilar para contribuir a mejorar la situación de muchas familias, no son los suficientes los esfuerzos que se están haciendo para hacer coherentes las palabras (promesas políticas) en referencia a las medidas tomadas.
Sin duda cuando hablamos de emprendimiento en este país, uno de los principales problemas que identificamos, es la escasa educación en valores vinculados al emprendimiento y la falta de reconocimiento de la gente que sí ha tenido interés en promover alternativas de algún tipo en su juventud (y en este caso hablo desde mi propia experiencia).Necesitamos unos profesores que confíen en la capacidad de los jóvenes para crear cosas nuevas, empezando por un nuevo programa de radio y pasado por un torneo deportivo. Esa será la gente que unos años más tarde pueden poner en marcha su propio negocio, porque contarán con la iniciativa necesaria, habrán afrontado en gran medida el miedo a que algo salga mal y tendrán herramientas para solventar los problemas que se encuentren en el camino, que no será pocos!
El trabajo desde la educación contribuirá a que los jóvenes españoles confíen en sí mismos como agentes capaces de desarrollar sus propios sueños. Según Javier Santizo, profesor de economía y emprendimiento de ESADE, "el emprendedor español es un persona de edades comprendidas entre entre 25 y 45 años", muy por encima de la media mundial. Es necesario el fomento de la cultura emprendedora en nuestro país y está viene, entre otros, de la mano de la educación!
Por otra parte, y como otro pilar fundamental para impulsar el emprendimento, ¿qué está pasando con la nueva ley para el fomento de la actividad emprendedora? Hace ya casi un año que la clase política nos habla de esta medida, que sin duda ayudaría a apoyar con hechos las palabras de elogio que ya se han alzado con respecto a la figura del emprendimiento.
La ley lleva meses atascada en Hacienda, precisamente por la complejidad de determinar cuáles serán los incentivos fiscales que incluirá. De momento, Cristóbal Montoro ha anunciado que se ha llegado a un acuerdo sobre uno de los principales escollos de la nueva normativa: la posibilidad de no tener que pagar el IVA de las facturas no cobradas. Cuando se apruebe la ley será ya una realidad, aunque de momento sólo podrán disfrutar de este beneficio las empresas con menos de cinco empleados y para facturas con las administraciones públicas.
Posiblemente, porque todavía no hay datos claros sobre que incluirá esta ley habrá incentivos fiscales para la exportación, se creará un mercado alternativo de financiación para las pymes y se impulsará la creación de empresas por parte de los más jóvenes con una tarifa plana de 50 euros durante los seis primeros meses para los emprendedores de hasta 35 años.
Otra buena noticia que "parece que traerá" la futura ley es una mayor protección del patrimonio del emprendedor en caso de cierre del negocio (esta es una cuestión de justicia a mi modo de ver). Así, la vivienda habitual y los materiales, bienes de equipo e instrumentos necesarios para desarrollar la actividad podrían quedarse fuera de lo que se considera embargable en caso de deudas o cierre.
Por último, y como otra de las alternativas para aquellos que dispongan de prestación por desempleo, la posibilidad de capitalizar la prestación como capital inicial del nuevo emprendimiento está abierta desde hace varios años, en el caso de jóvenes menores de 30 años y mujeres de hasta 35 años.
Sin duda, muchas medidas que podrían ayudar a los pequeños empresarios y a futuros emprendedores, medidas que llegan con retraso, pero que en cualquier caso serán bienvenidas.
De todas formas no me gustaría acabar esta entrada sin un puto de optimismo, porque como emprendedora puedo decir que: "Sí, es posible" y la base está es el esfuerzo y la motivación, al final, como casi todas la cosas en la vida: Es una cuestión de actitud!!
Os dejo el ejemplo de Pau Garcia-Milá con el que comparto que "Sólo educando los valores emprendedores en los más pequeños conseguiremos que todo se levante." Un emprendedor desde muy joven que ha logrado su sueño:
http://www.paugarciamila.com/bio.htmlEl próximo día algo más focalizado en emprendimiento social!
Un saludooo!!
Consuelo Lobato
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