UNA SEMANA EN CHIANG MAI (Vanessa IV)

Después de la intensidad de Myanmar, hemos llegado a Chiang Mai vía Bangkok con la expectativa de dedicar una semana a realizar actividades diversas, ya que ofrece muchas posibilidades de hacer cursos para aprender la técnica del masaje tailandés, cursos de cocina, meditación, trekking, rutas en elefante… además de varias tiendas de libros, diversos mercados de fin de semana y el night bazaar, templos y algún que otro discreto museo. 

Una de nuestras primeras actividades fue la ruta de un día de trekking + elefante + paseo en balsa de bambú + cascada + visita a poblado indígena. Esta ruta aglutinaba varias actividades sostenibles que queríamos realizar antes de irnos. Después de preguntar en varias agencias e informarnos de las diversas rutas existentes (hay cientos de agencias de viajes en Chiang Mai que ofrecen servicios similares pero a precios muy distintos, negociación mediante), nos decidimos por la combinación de estas actividades:

• Trekking: la ruta no era muy complicada (después de la experiencia de Myanmar, se podría equiparar a un relajado paseo en medio del bosque) finalizando en una cascada modesta pero que sirvió para tomar aire y refrescarnos.
• Visita a campamento de elefantes y paseo en elefante: estas rutas resultan una forma muy interesante de interactuar con estos animales y descubrir lo dóciles y sensibles que son sin mostrarlo en su aspecto. El elefante fue el animal doméstico de Tailandia hace mucho tiempo y era el símbolo nacional y antes aparecía en la bandera del país. A principios del siglo XX había en torno a 100.000 elefantes domesticados. Se utilizaban en la guerra, en transporte de troncos y para abrir la selva virgen.

• Canotaje en balsa de bambú: paseo de 40 minutos en esta sencilla balsa de bambú por el río Mae Ping hasta el muelle de balsas. En muchas zonas tropicales donde hay bosques de bambú, las balsas construidas de este miembro gigante de la familia del pasto son un modo tradicional de viajar por el río. El bambú es fuerte, liviano, crece muy rápido, y para balsas, es ideal ya que los segmentos internos son impermeables. Las balsas de bambú pueden construirse rápidamente y son predeciblemente estables siempre que el río no esté demasiado entrecortado.

• Visita a poblado indígena: lamentablemente esta fue la parte del recorrido que nos desilusionó bastante ya que la visita es meramente “comercial”. Te llevan a unas casas de un poblado pequeño con mujeres vestidas con trajes tradicionales y utilizando un telar con el que hacen (o eso dicen) los pañuelos así como otros productos, mayoritariamente textiles, que venden. No nos contaron apenas nada de la historia de los poblados indígenas, de la cultura, del estilo de vida, del mantenimiento o no de las tradiciones, de cómo vivían la afluencia del turismo en la zona… fue un poco decepcionante…

La semana continuó con un curso de 20 horas para aprender a hacer masaje tradicional tailandeses. Existen varias opciones que van desde los 2000 hasta los 7500 bath para un curso de 20 horas, aunque depende del número de horas, del tipo de escuela/centro que lo imparte, materiales que ofrecen a los estudiantes, el precio variará considerablemente. Normalmente todas las academias y centros dan un certificado final a  la persona que ha tomado las clases. El masaje tailandés es un tipo de masaje al estilo thai, que consiste en un masaje de estiramiento y de profundidad. Esta forma de trabajo corporal se realiza generalmente en el suelo, con el cliente vestido con ropa cómoda que permite el movimiento. 

El masaje tailandés es de todo menos placer, ya que ellos no conciben la recuperación muscular sin una ligera molestia que nos aliviará de la tensión acumulada en los músculos y del malestar derivado de ella. Ahora bien, cuando se recibe con regularidad, se aprecia claramente una mejoría de los sistemas nervioso, respiratorio, circulatorio, digestivo e inmunológico; disminuye el estrés, relaja zonas de tensión en todo el cuerpo, eleva el nivel de energía, aumenta la autoestima, ayuda a la digestión, combate el insomnio, incrementa la flexibilidad, libera bloqueos físicos y energéticos, armoniza la relación psicosomática.

Para realizar el masaje tailandés se utilizan diferentes técnicas de manipulado muscular a través de masajes y de estiramientos para los que se utilizan partes del cuerpo como los pies, manos rodillas… Mediante la presión de las mismas y la acción sobre nuestro cuerpo. El principal beneficio que nos aportará será la activación y la irrigación de la sangre en la zona trabajada. Esto permitirá una mejor y más rápida recuperación y mantener una buena salud en la zona. Al eliminar tensiones en la zona trabajada conseguiremos que se desbloquee esta parte del cuerpo y se recupere el tono muscular adecuado, logrando así soltar las articulaciones y evitar la rigidez que provoca lesiones futuras. 

Además, ya en los últimos días, intentamos acercarnos a las técnicas de meditación en el templo Umong. Sin embargo, la experiencia no resultó tan relajante y placentera como esperábamos en un principio. Una de las mayores dificultades se derivaba del poco inglés que hablaban los monjes del monasterio, lo cual dificultó nuestra introducción al mundo de la meditación. Además, el tema logístico sobre los horarios de las comidas y horarios de apertura y cierre del templo, fueron un problemilla añadido. Ahora bien, la belleza del Umong Wat y un paseo final relajante antes de irnos fue un aliciente para continuar en el futuro con la inmersión al mundo de la meditación. El templo fue construido en las estribaciones de la selva de montaña Doi Suthep y reúne unas características que lo hacen único, ya que incluye un montículo artificial donde se erige la estupa en forma de campana y es atravesado por túneles que esconden a diversos budas que reflejan la evolución del templo. 

Vanessa